Grandes discos de 1995: Dos décadas de vigencia
Publicado el: 5,noviembre,2015Warning: Use of undefined constant en - assumed 'en' (this will throw an Error in a future version of PHP) in /home/cuartoin/public_html/wp-content/themes/InfernoV2/single-default.php on line 18
por Equipo Cuarto Infierno
Los trabajos de bandas como At The Gates, Dissection, Death, Moonspell, Suffocation, Paradise Lost o The Gathering se han mantenido inalterables en cuanto a calidad, pese a los años transcurridos.
Muchas veces se ha escuchado decir la frase “todo tiempo pasado fue mejor”. Algo que incluso pasa en el metal, para quienes extrañan las décadas de los 80 y 90, en que aparecieron varios clásicos o los mejores discos de los grupos más longevos aún en actividad. Pero aunque en la música todo tipo de apreciaciones son subjetivas, igual es cierto que hace 20 años surgieron placas que marcaron la carrera de alguna banda. Acá rescatamos algunos de ellas.
Vamos por ejemplo con At The Gates. Los suecos publicaron en 1995 el gran disco “Slaughter of the soul”, sucesor del inspirado “Terminal spirit disease” (1994). Ambos los convirtieron en leyenda. Especialmente la placa que cumplió 2 décadas, que hasta fue calificada en su momento como el “Reign in Blood” de Europa en esa época, por su corta duración pero alta calidad resumida en no más de 35 minutos. Desde ese momento, se empezó a hablar con propiedad del llamado “Sonido de Gotemburgo”, con un death metal melódico que sigue captando seguidores hasta el día de hoy.
De todas maneras, en una entrevista concedida para el medio chileno Bulldozer en el 2008, el guitarrista Andres Björler dijo que aunque estaba consciente de la importancia de ese disco, no era su predilecto. “Para mí es difícil comparar los álbumes que lanzamos, pero me gusta mucho ‘Terminal spirit disease’. Tal vez ese sea mi favorito de At The Gates”. Reconoció además que para la placa de 1995 “tuvimos el apoyo total de Earache Records, una discográfica grande en aquellos tiempos”.
Al otro lado del mundo, en Norteamérica, los estadounidenses Death lanzaron “Symbolic”, con un fuerte contenido progresivo y melódico. El líder de esta agrupación, Chuck Schuldiner, seguía incrementando su legado en el mundo del metal con canciones como “Empty words”, “Crystal mountain”, “Misanthrope” o el que da nombre al álbum. “El metal no es una fase o una moda. Es un tipo de música que crecerá y mantendrá su integridad”, declaraba el fallecido líder de Death.
También en Estados Unidos, la banda Suffocation lanzó en 1995 el aclamado “Pierced from within”, con 9 cortes que están dentro de lo más brutal de su catálogo. “Creo que es nuestro mejor trabajo hasta la fecha. Pusimos mucho esfuerzo en él y gastamos mucho más tiempo en la producción en general. Además, siento que salió muy bien. Es definitivamente el álbum más pesado que hemos hecho…Esta vez quisimos bajar un poco los tonos, manteniéndolos heavies. Escribir un material más lento pero a la vez enganchador”, declaró el vocal Frank Mullen a Grinder Magazine de Chile en 1996.
En Noruega, “Battles in the north” se llamó la producción de Immortal, que se ganó su merecido espacio dentro de la historia del black metal. Un trabajo que, tal como lo reflejaba su carátula, transmite un sonido frío e invernal, pero cargado de potencia y velocidad. Por algo Demonaz señaló que “nos inspiramos por cosas que siempre hemos querido hacer. Y lo importante es que no sonemos a otra banda”. En las giras, Demonaz y Abbath se hicieron acompañar por Hellhammer, baterista de Mayhem, que sólo un año antes publicó el mítico “De mysteriis dom Sathanas”, grabado entre 1992 y 1993.
Otro de los grandes nombres del metal de todos los tiempos, Dissection de Suecia, lanzó “Storm of the light’s bane”, bajo etiqueta Nuclear Blast Records. “Logramos un sonido totalmente más poderoso y oscuro”, contaba el vocal Jon Nodtveidt, consignando que este trabajo “es sobre la devastación de la vida cristiana”. El cantante, compositor y guitarrista de Dissection terminó con su vida el año 2006, pero placas como ésta pasaron a la historia y seguirán sonando mientras exista el metal. Sin duda, de lo mejor de la herencia de esta extinta agrupación.
Paradise Lost, del Reino Unido, fueron los amos y señores del llamado metal gótico gracias a discos como “Draconian Times”, de 1995. Aunque dejando un poco de lado la atmósfera más opresiva de su placa anterior, la banda de Nick Holmes se despachó un trabajo donde calza a la perfección su particular voz con las guitarras limpias, pianos y sintetizador, más una batería y percusión con el sello característico de los ingleses en aquella década, la de mayor esplendor en su carrera. Actualmente han vuelto más a sus raíces y este tipo de obras son de lo mejor de su catálogo.
“Me acomoda la etiqueta de gothic metal, aunque parece haber cambiado de alguna manera a través de los años. Aún así, lo que hacemos sale del sentir del momento, y actualmente seguimos haciendo la música que queremos hacer”, consignó Holmes en el 2012.
The Gathering de Holanda tuvo un antes y un después de “Mandylion”, el tercer disco del grupo. Fue el primero con la cantante Anneke van Giersbergen, convirtiéndose en todo un fenómeno musical por aquellos años. Aunque la misma artista definió la obra como “trip rock”, este álbum marcó precedentes dentro de la escena del metal gótico, doom metal y rock progesivo.
“Es fácil sumergirse en esta nueva música” contaba en esa época Anneke, con sólo 21 años y un gran futuro por delante. Y aunque ya no es parte de la banda, “Mandylion” quedó para siempre en la retina de quienes los descubrieron esa vez, sumando adeptos en las nuevas generaciones.
Moonspell de Portugal también dejó lo suyo hace 20 años, con el monumental “Wolfheart”. Algunas personas clasifican a este disco, junto con “Irreligious”, como los más importantes e influyentes de Moonspell. De acá se desprenden los famosos temas “Wolfshade”, “...Of Dream And Drama”, “Vampiria”, “An Erotic Alchemy” y “Alma Mater”. Son poco más de 47 minutos de un sublime sonido que ha sido emparentado con el black, el folk y el metal gótico. Sigue siendo el favorito de muchos.
El año 1995 también dejó otras notables obras como “Bergtatt - Et Eeventyr i 5 Capitler” de Ulver; “Nordavind” de Storm; “The silent enigma” de Anathema; “Imaginations from the other side” de Blind Guardian; “Land of the free” de Gamma Ray; “Demanufacture” de Fear Factory; “Nola” de Down; y “The angel and the dark river” de My Dying Bride, por nombrar algunos. Cada uno tiene su favorito y se conserva siempre en la memoria.